Título : |
Cenizas para el viento |
Tipo de documento : |
texto impreso |
Autores : |
Hernando Téllez, Autor |
Número de páginas : |
202 p. |
Dimensiones : |
Papel |
ISBN/ISSN/DL : |
3580471363 |
Nota general : |
contiene índice |
Idioma : |
Español (spa) |
Materias : |
Critica cuentos colombianos Violencia - Colombia - Relatos
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Resumen : |
No saludó al entrar. Yo estaba repasando sobre una badana la mejor de mis navajas. Ycuando lo reconocí me puse a temblar. Pero él no se dio cuenta. Para disimular continuérepasando la hoja. La probé luego contra la yema del dedo gordo y volví a mirarla,contra la luz. En ese instante se quitaba el cinturón ribeteado de balas de donde pendíala funda de la pistola. Lo colgó de uno de los clavos del ropero y encima colocó elkepis. Volvió completamente EL cuerpo para hablarme y deshaciendo el nudo de lacorbata, me dijo: "Hace un calor de iodos los demonios, Afeíteme". Y se sentó en lasilla. Le calculé cuatro días de barba. Los cuatro días de la última excursión en busca delos nuestros, El rostro aparecía quemado, curtido por el sol. Me puse a preparar minuciosamente el jabón. Corté unas rebanadas de la pasta, dejándolas caer en elrecipiente, mezclé un poco de agua tibia y con la brocha empecé a revolver. Prontosubió la espuma. "Los muchachos de la tropa deben tener tanta barba como yo". Seguí batiendo la espuma. "Pero nos fue bien, ¿sabe? Pescamos a los principales. Unos vienenmuertos y otros todavía viven. Pero pronto estarán todos muertos". ¿Cuántoscogieron?", pregunté. "Catorce. Tuvimos que internarnos bastante para dar con ellos.Pero ya la están pagando. Y no se salvará ni uno, ni uno". Se echó para atrás en la sillaal verme con la brocha en la mano, rebosante de espuma. Faltaba ponerle la sábana.Ciertamente yo estaba aturdido. Extraje del cajón una sábana y la anudé al cuello de micliente. El no cesaba de hablar. Suponía que yo era uno de los partidarios del orden. "El pueblo habrá escarmentado con lo del otro día", dijo. "Sí", repuse mientras concluía dehacer el nudo sobre la oscura nuca, olorosa a sudor. "¿Estuvo bueno, verdad?". "Muy bueno", contesté mientras regresaba a la brocha. El hombre cerró los ojos con un gestode fatiga y esperó así la fresca caricia del jabón. Jamás lo había tenido tan cerca de mí. |
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